Uno de los juegos del 2003 fue, sin duda, Call of Duty para PC. El programa de Infinity Ward se reveló como un auténtico “Medal of honor Killer” gracias a su fantástica ambientación, apartados gráfico y sonoro y, sobre todo, por la sensación de no encontrarnos solo en la lucha contra el tercer Reich. Cantidad de personajes en pantalla luchando, disparando, cayendo fulminados, tirando granadas,... una maravilla, vamos. Estaba claro cuál era el ejemplo a seguir.Observa Call of Duty 2: Big Red One en movimiento en este vídeo.
Su paso a las consolas no resultó todo lo bien que su nombre merecía, y el programa – realizado por Spark Unlimited y que no tenía nada que ver con el juego de PC- resultó con fallos graves, además de un apartado técnico pobre.
Ahora, Treyarch –los responsables del estupendo Spiderman2 de consolas- y Grey Matter han dado el do de pecho para que la saga en consolas recupere parte del prestigio que hizo perder su primera incursión, y devolver a la saga la fama y buen hacer que esta segunda parte en consolas –que se desarrolla en los mismos escenarios que su versión PC, pero con otro desarrollo diferente a nivel global- sí posee.
Call of Duty Big Red One nos pone en la piel de un solo soldado, a diferencia de su anterior versión donde cambiábamos de personaje y de bando según las fases.
Ahora pertenecemos a la primera división de Infantería de los EE.UU., los llamados Big Red One. Esta división fue famosa por la gran cantidad de misiones históricas en las que estuvo, desde el Norte de Africa, pasando por Francia en el desembarco de Normandía y otros países como Italia y llegando a la rendición final nazi en Alemania.En esta ocasión, como decíamos antes, seremos un solo personaje todo el juego, pero la inmersión que se ha logrado supera con creces a su anterior juego, ya que en Big Red One veremos pasar a multitud de NPC´s que serán nuestros amigos durante varias misiones –distribuídas en un plano cronológico de 3 años- y con los que se compartirán divertidas y emocionantes charlas que veremos recogidas en las cinemáticas realizadas con el motor del juego.
Como en cualquier guerra, el sinsentido, cruel y realista destino hará que podamos ver cómo después de sobrevivir a emboscadas y batallas duras, los veremos perder la vida, sin más, y en las situaciones que menos peligro representaban.
Se ha intentado retratar la crudeza de la guerra en todo su apogeo, con situaciones que cambian en 1 segundo y cuando todo parecía calmado, dando al traste con vidas de los que han sido nuestros compañeros en los momentos buenos y en los malos.
Big Red One se presenta como la visión más realista de la guerra que hemos visto en nuestras consolas.
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